Hace algunos meses preguntaba a un terapeuta:
¿Se puede ser feliz con la pareja a pesar de las malas vivencias que se hayan tenido?
El respondió sin titubear -Si.
Y añadió- Siempre y cuando los dos lo quieran.
Algunas veces me ha pasado que me dan ganas de separarme de mi pareja, no se, me he sentido tan agobiado, aturdido, aburrido etcétera, que deseo salir corriendo de esa relación y muchas de las veces no he entiendo porque.Esta pregunta y respuesta me pide a gritos que me la conteste pero después tratare de explicarlo. Ahora lo que quiero escribir es algo que tal ves tenga alguna relación, pero no es exclusivo de la relación de pareja.
Yo soy una persona que intelectualizo mucho, trato de someterlo todo a la razón incluso los sentimientos. Cualquier actividad en mi vida, dispara inmediatamente mi razonamiento. No soy una persona que arranque al momento movido por un sentimiento, es decir impulsiva mente. Tal vez el miedo a hecho esta característica de mi comportamiento. Por tanto he sido de las personas que los va empujando la vida, cada nuevo acontecimiento me fue llenando de experiencia, de experiencia dolorosa. No quiero decir con dolorosa que sea trágica, lo que quiero decir es que mi crecimiento a sido a la fuerza cada acontecimiento me hacia moverme después de que el miedo a no enfrentarme me tenia paralizado. Tampoco quiero decir que el estar con mi esposa y mi hijos y mis familiares haya sido un tormento ¡No!, por supuesto que no.He disfrutado mucho mi vida con ellos y para mi representan algo invaluable. Lo que quiero decir es que mi comportamiento casi siempre inexplicable (ni siquiera para mi) ahora lo entiendo, tiene una causa y una razón de ser, mi miedo y mi ignorancia.
Me considero un buen padre, porque he sido responsable hasta donde me fue posible económica, moral, espiritual e intelectualmente. Un buen esposo, amigo y amante de una mujer de la que siempre he estado enamorado. He sido un buen hijo y un buen hermano, un buen nieto, un buen sobrino, un buen primo un buen tío y un buen amigo etcétera. Ahora lo se.
Y también se (obviamente), que no ese buen padre, esposo, hermano, amigo etcétera que cada uno habría querido, lo se. Me refiero a ese padre esposo hermano etcétera que reconoce sus defectos pero también reconoce sus virtudes y que dentro de sus limitaciones a sabido cumplir a ese que aun con todas sus depresiones, sus adicciones y su "locura" a salido adelante.
Ahora miro la vida diferente, creo que ha llegado el momento de vivir plenamente.
Es el momento hago una pausa para escuchar al maestro Jose maria Napoleon
Nota:
Este texto iba antes de los videos de Napoleon, ni modo se me cuatrapearon las velocidades.